Las palabras surgen a raudales como una lluvia infinita en un vaso de papel,
se deslizan al pasar, desaparecen a través del universo.
Charcos de tristeza, olas de alegría flotan en mi mente abierta
poseyéndome y acariciándome.
Nada cambiará mi mundo, nada cambiará mi mundo.
Imágenes de luz encima bañando ante mí como un millón de ojos
que me llaman y me llaman a través del universo.
Pensamientos serpenteando como un viento inquieto en un buzón
tambaleándose ciegamente en su camino a través del universo.
Sonidos de risas y sombras de tierra resuman en mi vista abierta
incitandome e invitándome.
Un amor imperecedero y sin límites brilla a mí alrededor como un millón de soles
llamándome y llamándome a través del universo.
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